Gran partido vivido en la tarde de sábado en el que se enfrentaban unos de los mejores equipos de la categoría y que terminó con el resultado de 4-4.
EL inicio del partido estuvo marcado por un dominio aplastante del Leis. Gracias a ello consiguió adelantarse a los pocos minutos con un gol de Losada. Las ocasiones por parte de los hombres de Raúl Jiménez seguían llegando pero no acaban de materializarse. Esto fue aprovechado en una de las contadas llegadas del Pazos con un gol.
Estos dos goles representaron la tónica de la primera parte, ya que al dominio del balón y las ocasiones claras llegarían por parte del equipo visitante, mientras los locales se nutrían de errores defensivos, cesiones o penaltis más que dudosos. Se llegaría pues al descanso con un 3-3 que dejaba el partido muy abierto, los goles por parte del Leis Pontevedra fueron de Losada, Angél y Raúl Jiménez.
Fue en la segunda parte donde el Pazos pisaría el acelerador, alzados por una afición más que excitada. Aún así el Leis continúo llegando claramente a la portería errando ocasiones propias de los primeros partidos de liga que hicieron llegar al último minuto con un marcador de 4-3 (El 4º Gol fue obra de Raúl Jiménez después de un rechace de un tiro de Berto al palo). Este último minuto es difícil de resumir, ya que pasaron demasiadas cosas y todas ellas no aceptables en un partido de Fútbol Sala. En primer lugar, una falta inexistente faltando 50 segundos sancionada con doble penaltí y amarilla que originaría la expulsión de Jose Barcala. Segundo, un público más que excitado con compartamientos vergonzosos, en la que un individuo propinó una agresión física a Jose Barcala lo que propicio una tangana entre jugadores y aficionados.
Y por último, una pelea final, otra vez como protagonistas los jugadores y el público.
Está bien que se anime a un equipo y que haya situaciones del partido tensas y emocionantes pero esto no es escusa para agredir a un miembro del equipo contario o invadir el campo. Por otra parte también mencionar que los jugadores del Pazos solo se contagiaron de su afición en motivos meramente futbolísticos ya que en las tanganas y peleas que hubo, se dedicaron a separar y a calmar los animos. Por ello, no nos parece justo cargarlos con todas las culpas ya que el comportamiento lamentable de unos individuos aislados de la afición no tiene nada que ver con el comportamiento del club.
Bueno apartándonos de motivos extrafutbolísticos que no deberíamos ya ni mencionar. Los últimos 30 segundos pudieron resultar decisivos para cualquiera de los dos equipos ya que el Pazos dispondría de otro doble penaltí que no lograría marcar y el Leis a falta de 10 segundos un tiro sobre segundo palo con portería vacía.
En resumen, un gran partido entre dos grandes equipos, con situaciones negativas que por el bien del deporte no se deberían volver al repetir.